Cada vez me encuentro con más personas que han decidido disfrutar más, no de ésto o aquéllo en concreto, sino disfrutar como actitud. Como estilo. Como hábito.
Ayer al mediodía cogí mi maleta para ir al aeropuerto. Al llegar, sonaba un eco: “Debido a la huelga de controladores franceses, si su vuelo tiene destino Francia, puede haber sido cancelado o sufrido retraso”. Voy a Valencia, no me afecta – pensé.
Y me equivoqué.
¿Qué hacer? Air Berlin no podía acoplarnos en otros vuelos. Y si vives en una isla no puedes coger un coche, ni tomar un tren ni tampoco un bús. La única opción que nos ofrecían a los centenares de pasajeros que dibujaban colas eónicas era volar hoy, que es lo que haré. Había gente enfadada. Algún lloro. Familias con hijos que volvían de vacaciones, personas con reuniones de alto voltaje esperando y alguien enfermo que volaba para operarse…
Cada uno con su pequeña autobiografía.
Además, Air Berlin no cubriría ningún gasto ya que el no volar nada tenía que ver con su gestión. Cierto.
A mi lado, una ancianita de Birmingham, enfundada en un precioso vestido sedoso de color ocre sostenido por una postura tan llena de dignidad como de delicadeza, dijo: “No pasa a menudo, pero cuando hay algo que verdaderamente está fuera de nuestro control al 100%, hay algo que todavía puedes hacer… decidir soltar esta historia y descubrir que te espera en este maravilloso día”.
Tenía toda la tarde para mi. Y prometo que la disfruté.
¿Sabes cómo lo hice?
Escuchar la melodía
Como el aeropuerto, la Vida también tiene una melodía. Si sólo escucho la mía, me la pierdo.
No tener prisa
Me quedé un rato charlando con esta señora. Se unió una mujer mallorquina con su tekel bajo el brazo, iba a Cambridge, a la fiesta de graduación de su hijo. Llegará a tiempo. Pensó que yo tenía que buscar un hotel para esa noche y nos ofreció quedarnos en su casa.
¿No es fantástico que se rompan algunos planes?
Soltar
Veamos… ¿hay algo qué pueda solucionar? ¿alguna influencia en el gobierno francés? ¿algún amigo con yate? No. No. No. Pues bien… Voy a…
Recordar a Kavafis
Más no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Modificar un par de planes
Dejé lo que iba a hacer en destino.
Me dediqué a otras cosas.
Afanarse en que las cosas sean tal y como las había planeado es un buen seguro.
Si lo quiero caro y con pocas garantías, claro.